Crónica del Eclipse Patagonia 2024
Crónica del evento astronómico más esperado del año.
Los Antiguos, Santa Cruz. Patagonia Austral, Argentina
2 de Octubre 2024
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Todavía conservo en mi memoria el momento preciso de 2020 cuando llegué a la Patagonia a fines de noviembre. A los pocos días viví un eclipse parcial de sol desde el cañadón del río Pinturas. Unas semanas después (no recuerdo con precisión las fechas), le hice una entrevista a Diego Hernández, divulgador científico del planetario Galileo Galilei de Buenos Aires, para hablar sobre el cielo nocturno de verano en la Patagonia, entre otros temas. Después del vivo, nos quedamos conversando, y quedó grabado en mí cuando me dijo: «¡Preparate porque en 2024 le va a tocar a tu zona tener un eclipse!». Ufff… ¿2024? Pensé… faltan 4 años… ¡es un montón! Y ese momento llegó, fue hace apenas unos días y fue increíble.
Fueron semanas turbulentas para mí, de incertidumbre, pues la página del pronóstico meteorológico debe haberse aburrido de verme la cara cada día, a cada hora, durante el último mes. Especialmente los tres días previos al eclipse. Para mis cursos de fotografía, jamás me digné a mirarlo porque eso era frustrarme de antemano, sabiendo además que muchas veces no se cumplían sus pronósticos. Pero ahora era distinto. Una semana antes, ya anunciaban lluvias, probablemente nieve y vientos fuertes. El panorama era desolador.
Me preguntaba: ¿habré hecho bien en elegir hacer el evento aquí? ¿Debería haber elegido la costa? No lo sé. No me fue fácil armar este programa; tuve varias propuestas para realizar el proyecto, y mi idea inicial era en la zona del monte San Lorenzo, en plena cordillera. Me imaginaba una hermosa postal con el cerro de fondo y el sol eclipsándose.
Pero ese sueño se desvaneció tras vivir un invierno crudo, atípico, lluvioso, con nieve y temperaturas anormales, lo que incluso provocó tremendas crecidas de los ríos muy temprano en la temporada.
¡Qué difícil fue planificar con tanto tiempo de antelación en una Patagonia con un clima tan impredecible! Así que desistí de esa idea. Luego me contactó Parques Nacionales con la propuesta de formar parte del programa «Eclipse Patagonia», que involucraba no solo al Parque Nacional Patagonia, sino también a los tres municipios cercanos, con intervenciones y charlas del Planetario Galileo Galilei de Buenos Aires, CASLEO, y el Planetario de la Facultad de Astronomía de La Plata.
Entonces decidí quedarme con esa propuesta, y hacerlo ni más ni menos que en lugar donde vivo. Durante meses, me dediqué a proyectar la salida, con la idea de hacer un trekking, alejarnos del núcleo de gente y vivir nuestro propio viaje. Y de repente me encontré en ese hermoso escenario: lejos de todos, intentando imaginar en silencio cuántas personas habría en ese momento en el casco de La Ascensión, mientras nosotros, un grupo de 10 personas, estábamos entre la meseta y la estepa, a 6 kilómetros del epicentro de gente. El lugar elegido fue el Puesto Amarillo, camino a la meseta del lago buenos aires dentro de la Reserva Natural Silvestre La Ascensión, parte del Parque Nacional Patagonia.
Finalmente, el día nos sorprendió de manera increíble: un cielo completamente azul, con algunas nubes que aparecían ocasionalmente, pero que no obstaculizaban nuestra visión. Durante el trekking disfrutamos del perfume y los colores de la flora nativa en pleno esplendor y florecimiento, la geología del paisaje que nos rodeaba y alguna que otra ave. Casi llegando al puesto, divisamos una cuadrilla de varias decenas de guanacos, ansiosos, como nosotros, esperando el eclipse.
Llegamos, desensillamos, almorzamos y nos dispusimos a descansar, esperando el momento clave: la anularidad. Mientras tanto, estuvimos atentos a la fauna; varias loicas revoloteaban por allí, y tratamos de observar si había comportamientos que nos llamaran la atención.
A las 17:25 con precisión astronómica, llegó el esperado momento: el famoso anillo de fuego. Sin duda, un espectáculo. Incluso tuvimos algunas nubes iridiscentes, que nos regalaron colores y magia en el cielo.
El descenso de temperatura fue brusco y se notó de inmediato. Todos corrimos a buscar abrigo, y yo, que estaba descalza, me puse medias y mis borcegos. Fue tremendo; la luz se había opacado, aunque no llegó a oscurecerse por completo, pero aun así la sensación era extraña.
Aprovechamos el momento para brindar con un rico licor de frutos rojos, la magia del té y los haikus de Mangata Blends, acompañados por los alfajores antiguenses de El Galpón, deliciosos como siempre.
A las 18:00, faltando solo 25 minutos para que dejáramos de ver la luna eclipsando el sol, comenzamos el camino de regreso al casco, observando de vez en cuando el final del eclipse.
Estoy enormemente agradecida a todas las personas que participaron: Santiagos x2, Ingrid, Marce, Titi, Clarita, Martu, Damián y Dana, quienes disfrutaron (espero) tanto como yo del momento y todo lo compartido.
Agradezco también a Mangata Té, El Galpón, a Damián Borg por el soporte, la ayuda y la compañía, a Parques Nacionales por haberme tenido en cuenta.
A Wüsüwül Wirka a pana (N. G. Daniel Huircapan), quien compartió con entusiasmo y pasión muchísimo sobre su comunidad, el pueblo originario Günün a küna (coloquialmente tehuelches septentrionales) y la cosmovisión sobre los eclipses. A Nicolás Meliñanco, de la comunidad mapuche-tehuelche «Mapu Newen», quien también compartió su cosmovisión sobre estos fenómenos. A Mar Alaniz, antropóloga, que me aclaró algunas dudas y correcciones. Al Secretario de Turismo del Estado de la Provincia de Santa Cruz Mario Markic, por la entrevista y haber compartido un lindo intercambio de saberes. A Wayne Grim, compositor, músico y artista del sonido, a quien contacté para saber más sobre su proyecto de sonorización de imágenes del eclipse de 2017, que me llamó poderosamente la atención, y que amablemente me contó algunas de sus anécdotas. Pueden ver y escuchar la pieza musical que produjo aquí.
Espero no olvidarme de nadie, y mención especial a mis amigos y conocidos que me apoyaron durante todas las semanas previas en las que estuve a full. ¡Espero nos veamos la próxima!
Prensa
No quiero pasar por alto, algunas notas que me hicieron y articulos periodísticos relacionados al eclipse donde fui mencionada como parte de Eclipse Patagonia. Aquí algunos de ellos.