Travesía por el Salto del Page, Noroeste de Santa Cruz
El lunes 23 de Octubre, junto a Eze Geréz y Denis Sepúlveda (Caminantes de Perito Moreno) nos aventuramos a hacer una gran caminata hasta este fabuloso sitio en la meseta lago Buenos Aires. Para comenzar, ya que mucha gente nos ha preguntado, este lugar NO ES TURÍSTICO. NO HAY SENDERO DE TREKKING, ES COMPLEJO EN SÍ MISMO DE REALIZAR y ESTÁ DENTRO DE CAMPO PRIVADO. Por otro lado, y no menos importante, el salto dura sólo algunas semanas ya que se produce por agua de deshielo.
Lo que si se puede realizar, es un SOBREVUELO desde el aeroclub de Perito Moreno. Debajo al final, dejo los datos.
IMPORTANTE: Podés compartir este material, (y orgullosa y agradecida que lo hagas!) con quien quieras. No así, utilizar mis imágenes y descargarlas sin autorización. Ley de Propiedad intelectual 11.732
Aclarado esto, prosigo a contarles los detalles de la travesía, las investigaciones históricas y geológicas que pude hacer de este fenómeno maravilloso de la naturaleza en nuestro Corazón de la Patagonia.
Ubicación
El epicentro de la travesía transcurre en el Noroeste de Santa Cruz, a unos 16 km al sur de la localidad de Perito Moreno. No confundir con el Parque Nacional homónimo, cuya localidad cercana es Gobernador Gregores, ni con el Glaciar cuya locación es el Parque Nacional Los Glaciares, cerca de El Calafate. Aclarado este trabalenguas y esperando no haberlos confundido más aún, nuestro objetivo se encuentra ubicado entonces en borde noreste de la gran meseta lago Buenos Aires.
Hasta estas latitudes, puede accederse por vía terrestre tomando la Ruta Nacional 40, por la costa a través de la Ruta Provincial 43, o acortando distancias por vía aérea arribando hasta la localidad más cercana con aeropuerto, Comodoro Rivadavia. Encontrarás más información de la zona, sus atractivos y servicios en el portal web que he desarrollado llamado En El Corazón de la Patagonia.
El salto no aparece en mapas de ningún tipo, ni nuevos ni viejos. Si figura, el arroyo que lo produce.
Características
Como mencioné anteriormente este salto está vivo durante algunas semanas al año, en épocas de deshielo. Generalmente en el mes de Noviembre. El arroyo del cual proviene, se llama Arroyo Page Grande y es un rejunte de todas esas fuentes de agua y manantiales sobre la meseta lago Buenos Aires. Estimo que recorre unos 20 km por encima de la altiplanicie, hasta caer por la ladera. Estas aguas son tributarias del río Deseado y por ende pertenecen a dicha cuenca. El Deseado ha sido estudiado, recorrido e investigado durante la década de 1890 por las Comisiones de Límites. Sin embargo, muy poco he encontrado en internet sobre el Salto del Page.
Toponimia
Según el libro de Mario Echeverría Baleta «Toponimia indígena de Santa Cruz», el término Page es de origen Tehuelche (Aonikenk) y significa Humo. Es bastante aceptable, ya que desde la Ruta 40 el salto puede observarse, y debido a la gran fosa que se ha generado, el agua cae generando un vapor que desde la distancia puede verse como el humo.
Geología de la zona
Para entender un poco el contexto en donde estuvimos, creo necesaria una mera explicación del contexto geológico (aclarando que no soy geóloga, si no una simple aficionada y gran lectora curiosa).
El paisaje que vemos hoy en día, es el resultado de innumerables procesos de modelado, erosión y transformación que tuvo lugar durante muchísimos años en esta zona. Debemos transportarnos en el tiempo, e imaginarmos este lugar con un gran despiole natural. Encuentros de placas tectónicas, múltiples efusiones volcánicas, el levantamiento de la cordillera, glaciares etc. Por supuesto no todo ocurrió en breves instantes si no que se fueron sucediendo a lo largo de miles de años. Durante y desde el Holoceno (hace 10.000 años) el paisaje empezó a adquirir la forma actual, puliéndose con el avance y retroceso de los glaciares. Lo que hoy conocemos con el lago Buenos AIres, hace unos cuántos años era una gran lengua glaciaria proveniente desde la región de Aysen que avanzó inclusive hasta 60 km al este de la localidad de Perito Moreno. Vestigio del paso de estos gigantes, son las morenas glaciarias, esas lomadas a la vera de la Ruta 40, que marca hasta donde llegó. También grandes rocas sueltas conocidos como «Bloques erráticos» que fueron transportados por el mismo glaciar. La forma redondeada de algunas rocas, y con estrías, también dan cuenta de la presencia glaciaria.
En la Era Cenozoica (de las más «recientes», entre muchas comillas) en el período Neógeno ocurrieron importes efusiones volcánicas que se fueron depositando y formando lo que hoy conocemos como la meseta lago Buenos Aires. No olvidemos, que esta meseta se encuentra a 200 km del triple encuentro de placas tectónicas. Esta altiplanicie de basalto, tiene una superficie de 2800 km2, con lo cual entrarían 14 Ciudades Autónomas de Buenos Aires en ella. La vemos como una «mesa» elevada en el paisaje pero en realidad es una inversión del relieve, ya que rellenó una zona deprimida y todo a su alrededor se fue erosionando dejando la meseta expuesta.
En este esquicio se comprende mejor (espero!) la geología del lugar puntual por donde caminamos para llegar al Page. La linea punteada representa nuestro trayecto hasta el lugar que llegamos. Fuimos caminando desde lo «más viejo» (pleistoceno, desde 2.6 millones de años hasta 11.700 años aprox) por antiguos depositos glaciarios con algunos mas actuales (Holoceno, desde 11.700 años al presente). Luego la falda de la meseta también presenta formaciones «modernas» del Holoceno con estos depósitos llamados «Remoción en Masa». Tuvo lugar en este período distintos episodios erosivos por acción de la gravedad y el agua. La primera erosión produjo tránsito de material a través de los ríos en forma de «Aluvio». La gravedad generó la caída de este material arrastrado pendiente abajo, generando estos depósitos de remoción, que son visibles en todas las laderas alrededor de la meseta.
Otras características de la meseta lago Buenos Aires
Esta Meseta al ser el centro de la comarca, es visible desde todas las rutas escénicas que la rodean: la Ruta Nacional 40, la Ruta Escénica 41 (de ripio), la Ruta Provincial 43 que va hacia Los Antiguos, y la Ruta 103 o 41 sur, que pasa por el borde Sur de la meseta.
Mapa topográfico
A través de este servidor de mapas topográficos que encontré, podemos ver bien delimitada la gran meseta en colores rojos, amarillos y naranjas que indican las alturas máximas de la zona. En blanco, el complejo volcánico Zeballos siendo la mayor altura de la meseta con 2743msnm.
La Altiplanicie es un gran reservorio de agua, captura las precipitaciones y nieve que se acumula y posee múltiples cantidades de lagunas que albergan especies endémicas y emblemáticascomo el Macá Tobiano (Hooded Grebe en inglés y Podiceps gallardoi su nombre científico). Un ave zambullidora que anida en verano en las lagunas de altura y en invierno migra a los estuarios de la costa de la provincia. Se encuentra en peligro crítico de extinción y es el motivo principal de la creación del Parque Nacional Patagonia, uno de los siete parques que tenemos en la provincia. Actualmente el Proyecto Macá Tobiano del Programa Patagonia de Aves Argentinas se encuentra estudiándolo para poder contribuir a su conservación.
Macá Tobiano
De todos esos cuerpos de agua que descienden de la meseta, tenemos ríos, como el río Los Antiguos, Pinturas y propio arroyo Page por ejemplo, que da origen a este espectacular salto que pudimos observar.
Apuntes históricos de exploradores
Si demoré en escribir y publicar este blog, es porque me divertí demasiado sumergiéndome en los distintos libros de exploradores logrando hallar algun dato relevante sobre el Page. Lamentablemente no mucho.
Tuve la dicha de conseguir en mi último viaje a Buenos Aires, el maravilloso libro «Viajes de Exploración a la Patagonia» de quien fuera nuestro primer gobernador en Santa Cruz: Carlos María Moyano. Este gaucho originario de cuyo, con 23 años se inició en el camino de la marina y los viajes, junto al gran naturalista argentino Francisco Pascasio Moreno, formando una dupla inconmensurable en la combinación de saberes. En 1880, un poco atraído e impulsado por el viaje de George Musters le ofrece al Gobierno Nacional realizar un viaje de exploración por la Cordillera en ese entonces desconocida, hasta Chubut. Movilizandose por las sendas tehuelches, hoy la Ruta 40, recorre el Corazón de la Patagonia. Casualmente un 25 de Octubre pero de 1880, llegan a un paradero indio que ellos llaman Pagie, del cual cruza también un arroyo. Su objetivo era seguir el camino, y hallar el tan nombrado y polémico río Deseado. Luego, hace esta descripción:
Claramente, Moyano refiere entonces al arroyo Page y su gran cascada. Tampoco yo hoy en dia mirando varios mapas puedo precisar donde nace este arroyo, por ello menciono que es un «rejunte» de aguas acumuladas sobre la meseta.
Esta imagen fue lo más gratificante que pude encontrar sobre el salto del Page. Claramente es una ilustración y presiento que fue hecha desde algunos kilómetros de lo que hoy es la Ruta 40. Al ser una ilustración y no una fotografía es difícil precisar desde donde fue avistado. Pero si entonces tengo certezas, que Moyano logró divisar el salto complementado además por el escueto relato.
Urgando en otros libros de exploradores que pasaron por la comarca como Hatcher, Steffen, Prichard, Musters, el mismo Perito Moreno y otros, no he logrado recabar datos ni menciones referentes al arroyo y menos aún al salto. Alberto de Agostini, aún más contemporáneo y siendo quien pone en conocimiento la existencia de Cueva de las Manos, tampoco hace mención en su libro. Un importante detalle, es que esta casacada no está activa todo el año, si no solo en época de deshielo y la fecha entonces visitada por los exploradores puede no haber coincidido con este momento de crecida del salto.
Otro explorador, el galés e ingeniero Llwyd Ap Iwan comparte en sus diarios de exploración algunos datos del paradero tehuelche. Este galés, conforma en 1893 con el italiano Francisco Pietrobelli, la «Phoenix Patagonian Mining & Land Company», que como su nombre lo indica tenían como objetivo hallar minerales para su explotación y tierras para ser colonizadas. Dato curioso: de allí viene el nombre del olvidado río Fénix de la localidad de Perito Moreno, que tuvo su época de fama cuando el Perito Moreno quiso «mandarse una travesura» al desviarlo.
Ap Iwan recorre esta zonaacompañado de su guía Tehuelche Kankel o Kengel, 14 años despues, un 18 de febrero. Entre las anécdotas y curiosidades que Kankel le cuenta, menciona que hay un lugar donde se originaron los guanacos y se llama «Pacheekaik», y que cerca de este lugar hay un volcán dormido llamado Ashpaik. A su vez el autor Federico Escalada menciona en su libro «El Complejo Tehuelche» un volcán llamado Ashpesh. Sabemos que en estas épocas las deformaciones y errores o diferencias en las fonéticas eran muy comunes, y habia distintos nombres parecidos para una misma cuestion. El paradero Pacheekaik, que ha de leerse Paje Kaik (Pajie kaik para Escalada) parecería ser donde actualmente el Arroyo Page cruza la Ruta 40 en sentido este. El colcán dormido concluimos podría ser el «Volcán de Molina» como lo llamamos los lugareños, o Cerro Volcán como figura en los mapas del Instituto Geográfico Nacional.
Finalmente y habiendo buscado información durante días, no he logrado recabar más datos históricos que los citados anteriormente.
Nuestra Travesía
Día 1 | 10 km de caminata
Comenzamos esta travesía siendo tres: Eze, Denis y yo. Empiza la caminata desde la Ruta 40, a unos 16 km de Perito Moreno. Salimos el lunes 23 de Octubre, bastante avanzada la tarde a eso de las 16hs. Caminamos por el margen derecho siguiendo el caudaloso arroyo, en plena crecida. El salto, vale aclarar, que puede verse desde la Ruta 4o prestando atención a la altura mencionada de la ruta mencionada. En un momento dado, llegó la hora de atravesar el arroyo para adentrarnos en la ladera de la meseta. El agua, congeladísima. El arroyo, súmamente crecido y bastante correntoso. El que primero se atrevió a testear fue Denis, en varias oportunidades buscando los brazos más estrechos del arroyo y a su vez, menos profundos ya que el agua llegaba casi a la cintura.
Con Eze hicimos un intento, la preocupación sobre todo eran mis cámaras: Mi mochila estaba cargada con unos 18 kg de equipos entre los que estaban cámara, lentes, trípode, dron, batería, etc. Hicimos una prueba, Ezequiel primereando y yo detrás, agarrada de su mochila. El agua estaba tan helada que se me paralizaron las piernas, sentía el frío como cuchillazos en los pies y no pude continuar. Atiné a avanzar rápido, inclusive adelantarme pero la corriente era demasiado fuerte y el frío del agua extremo. Así que regresé. Eze para segundearme decidió seguir caminando conmigo hasta encontrar un tramo más amigable. A todo esto, Denis logró cruzar y avanzó su camino a paso firme hacia el salto.
Nosotros nos empezamos a abrir bastante, perdiendo de vista la cascada. Caminamos y caminamos hasta que apareció un paso que aparentaba más seguro. Pudimos cruzarlo y seguir camino.
El camino, luego fue hermoso. Matas lengua de fuego florecidas y estallando de colores por todas partes! Era un panorama colorido y vibrante.
Caía la tarde y teníamos las últimas horas de luz, eran las 20.30hs aproximadamente. El cansancio ya se hacía notar. Nos preguntábamos ¿en dónde estará Denis? Probablemente ya habría llegado, pensábamos. De repente nos dimos cuenta que estábamos caminando ya en el medio de todos esos brazos y por momentos, nos quedábamos encerrados en ellos sin muchas opciones. Así fue, que tuvimos que hacer un esfuerzo más para cruzar del otro lado. Otra vez, sin un sitio potable donde cruzar. Todos se veían profundos, correntosos y difíciles. Sin piedras donde hacer puente. Tirábamos una piedra medianamente grande y se hundía por completo. Cuando por fin encontramos un paso más o menos angosto, con una piedra en el medio pero rodeado de vegetación, decidimos intentar. Probó Eze primero, y luego me sugirió que primero le alcance la mochila para no correr riesgos. Al intentar pasarsela, colgándola solo de un brazo y abalanzarme a la piedra, pisé mal con el otro pié justo arriba de un coirón, y me fui. No sé cómo, llegué a revolear la mochi y me hundí por completo. De hecho me costaba salir!!! Parecía que algo me agarraba desde abajo porque no podía destrabarme y pisar tierra.
Una vez que lo logré, con mis pies congelados, mis borcegos, calza y ropa interior mojada: mi paciencia había llegado a su fin. Sobrevino el momento de frustración por unos instantes. Luego claro que me reí de la situación. Por suerte había llevado un par de medias de repuesto, pantalón, remera y abrigo. No así, calzado! Eze una vez más me salvó ya que tenía un par de botas. Pero luego de esto desistí de seguir caminando, estaba oscureciendo y no quería saber más nada que tuviera que ver con cruzar. Así terminábamos la primer jornada habiendo caminado 10 km, con una cruzada y una caída.
Mientras armábamos la carpa y preparábamos una rica sopa, pensábamos que tal vez descansaríamos y encararíamos la caminata para hacer fotos nocturnas. Una vez que la amargura había pasado, la noche estaba hermosa y realmente estábamos cerca del salto, había cierta motivación. Finalmente desistimos. Pues no conocíamos el trayecto y caminar con peso sin saber con qué nos íbamos a encontrar por más cerca que estuviéramos, no era buena decisión.
Día 2 | 8.2 km de caminata
El martes 24 nos levantamos tempranito (ya sabiendo que tendríamos que pasar una noche más de la que habíamos planeando) tomé un té con miel y galletitas (por suerte estabamos bien aprovisionados) y encaramos la caminata hasta la famosa cascada. Seguíamos atravesando ríos, a veces sin escapatoria buscando siempre la mejor opción. Lo bueno, es que al ya tener los borcegos mojados, podía volver a ponérmelos para cruzar, pisar más seguro y no lastimarme los pies con las rocas.
Pensé oportuno ir por arriba las morenas que por abajo bordeando el arroyo, por momentos se tornaba dificultoso, muchas rocas grandes sueltas, pies muy cansados y torpes y altas probabilidades de accidentes. Decido hacer unos vuelos con el dron, y Eze sigue avanzando intentando encontrar a Denis. En ese lapso que nos separamos, el compa tuvo un grato encuentro: Si! Un Puma! Venia justo en el camino, sola, pensando en que ojalá pudiera ver uno. En algún momento creí haber visto algo rápido que se perdía en la estepa, pero a metros mío. Tal vez mi imaginario era cierto.
Retomando con las imágenes que obtuve con Chimuelo, cuando las vi fue todo emoción. No podía creer semejante escenario! Era una locura. El camino en sí, ya lo era. Ver tanta cantidad de agua junta, a pesar de que he visitado las cataratas el Iguazú en más de una oportunidad, en un lugar así, salvaje, indómito, virgen y prístino todo toma otra dimensión, otro sabor.
Cerca las 13 horas estábamos llegando finalmente a una gran aproximación del Page. La sensación era inconmensurable, luego de que detrás de cada curva, de cada morena esperaba ver el Salto y parecía que nunca llegaba. Hasta que en una de esas, zaz! Por fin apareció.
Me recordó a la primera vez llegando a la Laguna de los Tres, en El Chaltén cuando en el último kilómetro, luego de subir esa morena aparece imponente e implacable el cerro. La sensación para mi fue casi la misma. «Esto no puede ser, es un montón» fue lo primero que dije para mis adentros. Era algo impresionante.
Con Eze ya estábamos programando algunas fotos para hacer, el iría a posarse algo más cerca de la cascada donde pegaba el agua, y la foto quedaría espectacular. Fue bastante difícil el camino y tardó demasiado. Me empecé a preocupar. Estuve atenta, pero no lo veía. Luego dudé si realmente lo vería, quizá estábamos a mucha distancia. Después de un largo rato, veo una manchita azul perdido entre tantas rocas basálticas negras! Menos mal, respiré.
Volvió y almorzamos con tremenda vista de fondo. Nos encontrábamos a 1006 msnm, y la meseta donde se produce el salto, tiene una altura de 1150 msnm aproximadamente. Cabe aclarar, que al iniciar el trekking la altura ya es de 580msnm. Terminamos de almorzar, y emprendimos el regreso para buscar un lugar de acampe y avanzar lo más que se pueda.
Como los nombres y la toponimia de los cerros son mi pasión, armé esta Panorámica 360 donde se puede explorar lo que podemos ver «a vuelo de pájaro». Si querés verla en mayor calidad, hacé click aquí.
Finalizamos el día caminando 8km y estudiando cómo y por dónde sería nuestro regreso al día siguiente. Tenía certezas: no quería volver a cruzar más arroyos, pero tampoco caminar demasiado. Estaba difícil negociar.
Día 3 | 12 km de caminata
Como de costumbre despertamos, desayunamos y empezamos a caminar desde temprano. La sugerencia fue usar las huellas de caminos a estancias para poder avanzar rápido y sin dificultad. Con la suerte de que quizá crucemos a algún peón o encargado que nos pueda dar un aventón. Pues no fue así, así que caminamos largas horas. ¡Pero sin cruzar ni una sola gota de agua! Apenas algunos canales. Salimos a las 8am si mal no recuerdo y llegamos a la Ruta 40 a eso del mediodía. Caminamos unas 4 horas casi sin parar. Tuvimos un excelente día, aunque ya más frío que el anterior y bastante más ventoso (unos 30km/h que iban en aumento). Cuando ya veíamos los autos pasar cerca de la ruta, la emoción fue total. Con tanta buena suerte, que ya casi al pasar la tranquera veíamos acercarse una camioneta a la cual nos avalanzámos para que nos lleve, ya que por el horario no andaba nadie en la ruta. Llegamos rapidísimo a Perito y seguidamente me trajeron a Los Antiguos. Fue toda una emoción la ducha luego de tres días fuera de casa, caer al arroyo, cruzarlo varias veces, el viento del regreso, el ollín de las cacerolitas que mis manos, ropa y cara estaban negras, etc.
Mi reflexión final ya llegando a la Ruta fue pensarme años atrás, con los síntomas de mi amigo invisible a flor de piel y cómo la hubiera pasado la Melisa de aquellos años con ese frío, ese viento, esa agua helada y esa caminata tan larga. Es un enorme orgullo poner a prueba este cuerpo que tan golpeado ha sido a lo largo de todos estos años, y que me haya dado la grata sorpresa de haber podido llegar.
Claro que todo esto no hubiera sido posible sin el compañerismo, paciencia y comprensión de Eze. Eternamente agradecida por haber tenido tan buen partner en esta travesía.
Días después…
Unos días después de nuestra aventura, otros caminantes de Perito Moreno salieron también con el objetivo de visitar el Salto del Page. Para sorpresa de ellos, el tiempo ya no era el mismo, de hecho el mismo dia que nosotros regresamos el viento se estaba poniendo cada vez más fuerte con alertas en toda la provincia, y oleadas de frio.
Así es que a estos muchachos les tocó un tiempo totalmente invernal, pero con un maravilloso escenario. La casaca en cuestión, parcialmente congelada y un hilo de agua apenas. Al regreso, la sorpresa fue la nieve. Les dejo las fotos de Jorge Muriete y Elías Antil. Un motivo más, para mostrar lo salvaje e impredecible del lugar, y recalcar esto de que no es turístico ni para cualquiera. Menos aún si se desconoce la zona.
Sobrevuelos desde Perito Moreno
Una opción para conocer este salto, es sobrevolarlo. Desde la localidad de Perito Moreno, en la época en que este salto está activo podés realizar la actividad. Los precios son realmente accesibles, para lo hermoso que es la experiencia.
Para más info contactate con Abel Hamer a cualquiera de los siguientes números: 2974005290 | 2974351407 | 2966630806
Bibliografía consultada
– ECHEVERRÍA BALETA, Mario / Toponimia indígena de Santa Cruz
– MOYANO, Carlos M. / Viajes de Exploración a la Patagonia
– ROBERTS Tegai, y GAVIRATI Marcelo / Diarios del Explorador Llwyd ap Iwan 2da edición.
– SEGEMAR, Sitios de Interés Geológico / Lago Buenos Aires
– Hoja Geológica 4772-II Lago Buenos Aires
Gracias por leer!
Soy Melisa, guía intérprete ambiental, diseñadora gráfica y fotógrafa enamorada de este rincón maravilloso que es el noroeste de Santa Cruz, donde vivo. Soy una apasionada de los mapas, la historia, la geografía y geología. Leo e investigo sobre estos temas que me gustan, y trato de acercarlos a otras personas y así poner en valor nuestra riqueza natural y cultura.